MUJERES

viernes 24 febrero 2017


Desde un inocente anuncio de televisión hasta los concursos, pasando por los programas de entretenimiento, la mujer aparece en los medios masivos de comunicación con todos los estereotipos de género, como si nada hubiera avanzado en los últimos 50 años: Ellas son expertas en ahorrar y en ir de compras al mismo tiempo. Su mayor preocupación es mantener la figura, mostrarse delgadas y sexies y estar “a la moda”. Se van de fiesta y se lanzan a los brazos del primero que conocen. En casa lavan los platos con el mejor detergente y cuando limpian el baño se imaginan que un mayordomo macizo o un superhombre fuerte y musculoso van a ayudarlas con la suciedad más difícil. Así son retratadas las mujeres del siglo XXI, ése el modelo de mujer que aparece en la tele, el cine, la publicidad y las revistas. La prensa escrita y la radio (quizá por sus características) se preocupan más de salvaguardar una imagen de la mujer acorde a la realidad, aunque sin ocultar su deseo de explotar el morbo a la hora de contar episodios trágicos como por ejemplo la violencia de género. Y sigue presente en las retorcidas mentes de los publicistas y de los responsables de programación de las cadenas televisivas que hay que usar a la mujer para vender todo tipo de productos, tanto para hombres como para mujeres, o también como mera decoración puesta para agradar a los hombres en programas de entretenimiento. El truco para que esta utilización de la imagen de la mujer pase desapercibido es adiestrarlas desde jóvenes: Las niñas ya no quieren ser princesas. Las niñas quieren ser tronistas de “Mujeres y Hombres y Viceversa” o colaboradoras chonis de “Sálvame”, que en esos programas pagan muy bien y conoces chicos con una cantidad de cerebro inversamente proporcional a su cantidad de músculo. Y cuando una mujer gana un premio científico o literario o se hace con un nombre en el mundo de la empresa, la presentan como un bicho raro entre un mundo de hombres.