miércoles 20 noviembre 2013
Cuando todavía retengo los sonidos en mis oídos y las imágenes en mi retina, intento convertir en palabras mis impresiones, tengo que hacerlo con rapidez pues estas son como pequeñas partículas de una materia tan ligera que mucho me temo que una ligera ráfaga de tiempo las arrastre, disperse y se pierdan. Entramos obedientes detrás de la guía en una sala. Ropa vieja desordenada, vajilla de loza apilada, maderas viejas pintarrajeadas, alambres retorcidos, signos, números y “tes” pintados en un aparente caos sin sentido. Priman los trastos viejos desperdigados. Oigo palabras como “envejecido”, “impactar conciencias”, “revulsivo”….Materiales vulgares, cotidianos, perecederos… desconcierto….. perplejidad….. ¿arte? Pasamos a otra sala. Esto se pone interesante. Cambian los materiales, aparecen la cerámica reinventada, el bronce. Escultura sólidas con apariencias engañosas, parecen de cartón, de tela, de papel…camas incómodas de cerámica… libros de bronce para leer y oir,… sillas tapadas,… colchón en bronce arrollado,… una butaca vieja parece contener las muchas vidas pasadas por ella con material perdurable, sólido bronce. Contraste entre el objeto que presenta y la sensación que produce: interés, disfrute, admiración, ….¿arte? Pasamos a otra sala, ésta llena de muros, tapias y puertas cerradas. Vale de acuerdo tú ganas, lo entiendo: Dos mundos separados por ellos. De un lado el mundo creativo del genio del artista, del otro lado el mundo pasivo del observador. Ninguna comunicación. Pero ya al salir, algo me llama la atención. En uno de los muros, entre cruces, signos, hendiduras y aparentes grafitis hechos por el artista, aparece un hueco, como hecho por un puñetazo, un roto en la solidez de la escultura. Quizás una posibilidad de comunicación entre esos dos mundos. …… Mensaje recibido…..¿arte?. Recorremos el resto de salas. Mismas impresiones, mismas sensaciones. En todo caso contradictorias. Algunas parecen magníficas otras un chiste del autor Magníficos los materiales como cerámica reinventada y bronce. Pasen la loza, los trapos viejos pero… “El cartón curvado con cuerda” esta vez ¡¡¡ te has pasado “chaval”!!! Pero ¡¿de qué voy?! Estoy hablándole a Tapies. Comienzo dando vueltas en mi cabeza a las esculturas observadas y acabo hablando con su autor ….!!!!!!! Esta vez creo que Tapies ha ganado, lo ha conseguido. Escrito por Pilar S. (alumna del Taller de Literatura)
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