domingo 26 enero 2014

El pasado miércoles día 22 visitamos en primer lugar el Palacio foral y a continuación la biblioteca foral. Para lo primero, y a la hora convenida, allí estábamos un grupo de mujeres decididas a disfrutar de la visita. Nuestra guía nos informó sobre la historia del edificio y su relación con la historia de la Diputación de Bizkaia. Admiramos las majestuosas salas, su mobiliario y pinturas. Además de disfrutar de todo esto también adquirimos conocimientos sobre nuestras tradiciones más arraigadas. Terminada la visita, nuestra amable guía nos hizo una foto de grupo y nos entregó un libro donde aparecen las principales características del Palacio foral. Visita agradable e instructiva. A continuación, para la segunda, nos dividieron en dos grupos de 20 personas y pasamos a la Biblioteca foral, al lado de palacio. Aquí las medidas de seguridad aumentaron y previo haber mostrado nuestro DNI nos entregaron una txartela identificativa, a cada una, y pasamos a visitar la biblioteca. Otra visita interesante, esta desde otro aspecto. Obra moderna y de alta tecnología donde almacenan los fondos (muchos de ellos únicos) forales de gran valor y su historia desde los primeros que fueron donados a la Diputación por personas privadas. Temperatura, humedad y ambiente supercontrolados, a esta zona solo acceden el personal especializado de la biblioteca, es el cubo acristalado que se ve desde la calle. Nos aclararon que esta biblioteca no es de préstamos (presentas un carnet y te prestan un libro durante cierto tiempo) sino de consulta (buscas el documento o libro que te interesa en alguno de los ordenadores repartidos por las salas para este fin, rellenas una ficha, la presentas en un mostrador y te la traen del cubo de cristal donde los guardan). También nos mostraron cómo buscar cualquier noticia en los dispositivos que contienen los microfilms de los periódicos de Bizkaia desde 1900 (hemeroteca). Visitamos varias salas, donde la mayor parte de los que estaban allí eran estudiantes. Nos pareció que había muchos más usuarios para estudio que para consulta, aunque nos explicaron que nadie de los que se dirigen a la Biblioteca foral, para consultar algún documento, se quedan sin sitio para hacerlo. Visita interesante de un mundo poco conocido por nosotras, las Bibliotecas de consulta de documentos únicos. Terminamos la visita, devolvimos nuestras txartelas identificativas y recibimos un pequeño obsequio. Salimos satisfechas con una idea más clara de las funciones de esta Biblioteca que en realidad nos pertenece un poco a todas. Antes de volver a casa decidimos tomar un pintxo cuestión para la que no tuvimos ningún problema, cogimos el metro y volvimos a casa contentas con la visita realizada, que con tanto cuidado había preparado la comisión de cultura. Pilar S. Alumna Taller de Literatura