VISITA PALACIO FORAL Turno mañana

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Fecha
12/12/2018 - 12/12/2018
Hora
10,15
Lugar Encuentro
entrada pral. Palacio Foral
Precio
Entrada gratuita
Nº plazas
30
Evento pasado

Descripción

El próximo día 12 de Diciembre, la comisión de Cultura ha organizado una visita guiada al Palacio Foral en dos turnos, uno de mañana y otro de tarde.

El Palacio de la Diputación de Bizkaia es un edificio clave en la arquitectura contemporánea del País Vasco porque constituye una de las expresiones más notables y acabadas del eclecticismo.

El proyecto fue confiado en 1890 a Luis Aladrén quien no accedió al encargo por concurso, sino por elección de la Diputación entre los siete seleccionados por la Academia de San Fernando, la responsable de dirimir el concurso. Su proyecto no defraudó porque su gran suntuosidad y abigarramiento decorativo se adecuaba perfectamente a la necesidad sentida por la burguesía bizkaina de expresar en su nueva sede la pujanza y el auge económico de la provincia. Las obras, cuyo presupuesto se elevó a un millón doscientas mil pesetas, se iniciaron en 1890 y no se finalizaron hasta 1900.

Aladrén lamenta en la memoria del proyecto no haber podido contar con un mejor solar, por ejemplo una plaza que le permitiese amplias vistas. La Diputación compró el terreno de la Gran Vía, una vez fracasadas las negociaciones con los señores Zabálburu para levantar el edificio en los jardines de Albia, emplazamiento que hubiera colmado las apetencias de cualquier arquitecto y de la propia Diputación.

El edificio se resuelve en lenguaje ecléctico caracterizado por combinar y reelaborar muy libremente los elementos del lenguaje clasicista hasta el punto de difuminar las huellas de las referencias. Con la Diputación el eclecticismo en Bizkaia alcanzó su máximo cenit, pero a la vez fue su canto de cisne porque a partir de 1900, fecha de finalización de las obras, la corriente modernista llega a la arquitectura bizkaina.

El eclecticismo de la Diputación descuella por el acierto en el manejo del lenguaje para la fijación de su imagen urbana, como lo exigía un edificio representativo en un solar que no era favorable por disponerse alineado en una calle. El acierto vino de la mano de tres aspectos: a) en lo compositivo del énfasis del eje principal, que aparece ligeramente adelantado y presenta la característica articulación de pórtico que sirve en el piso principal de balcón de la Corporación en los actos públicos, logia de tres vanos de gran formato y el escudo de la provincia como remate del eje; b) la definición de un volumen compacto de potentes lienzos; c) la ornamentación muy estudiada para favorecer la ruptura de la estaticidad de la masa, lo que se consigue con los duros almohadillados, los efectos texturales de la piedra, las potentes impostas, el contraste entre horizontalidad y verticalidad y el repertorio decorativo clasicista: balaustres, óculos y frontones triangulares con decoración vegetal que descasan sobre semicolumnas.

El diseño de los interiores responde al mismo recargamiento decorativo exterior y constituye un excelente muestrario del esplendor de las artes aplicadas de la época en Bizkaia: mármoles, maderas, estucos, espejos, escayolas, jarrones, cerámicas, vidrieras, etc. En este apartado hay que resaltar asimismo, las pinturas de los techos realizadas por los pintores José Echenagusia, Anselmo Guinea y Alvaro Alcalá Galiano, los tres paneles cerámicos de Daniel Zuloaga y la vidriera de la escalera principal de Anselmo Guinea